Las mismas lágrimas que, año tras año, nos provoca ver el horror de la guerra, la crueldad entre humanos, la violencia machista... tantas tragedias ya tan "cotidianas" que tendemos a olvidarlas. El World Press Photo nos agarra de las solapas para despertarnos de nuestros personales letargos, para que reaccionemos, y para que, al menos, se nos quiten las ganas de quejarnos.
PARA ENAMORADOS DE LA BIOÉTICA Y PARA LOS QUE QUIERAN ENAMORARSE DE ELLA. Pasa, estás en tu casa.
lunes, 23 de septiembre de 2013
Las mismas ganas de llorar
Carlos del Amor es ese periodista que hace que vuelvas la cara hacia la
tele si te pilla uno de sus reportajes en la cocina, de espaldas,
pelando cebollas. Y entonces, será por la cebolla, te das cuenta de que se
te acaba de escapar una lágrima.
Las mismas lágrimas que, año tras año, nos provoca ver el horror de la guerra, la crueldad entre humanos, la violencia machista... tantas tragedias ya tan "cotidianas" que tendemos a olvidarlas. El World Press Photo nos agarra de las solapas para despertarnos de nuestros personales letargos, para que reaccionemos, y para que, al menos, se nos quiten las ganas de quejarnos.
Las mismas lágrimas que, año tras año, nos provoca ver el horror de la guerra, la crueldad entre humanos, la violencia machista... tantas tragedias ya tan "cotidianas" que tendemos a olvidarlas. El World Press Photo nos agarra de las solapas para despertarnos de nuestros personales letargos, para que reaccionemos, y para que, al menos, se nos quiten las ganas de quejarnos.
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