DEJAME QUE TE CUENTE

Narrar es guerrilla contra el olvido, ese que sin duda seremos. Solo la Medicina y las narraciones pueden tolerar la certeza de que ninguna historia humana acaba bien. Así que, mientras nos fingimos inmortales, pasa... y cuéntanos, disfruta escuchando las historias de los otros, que podrían ser las nuestras... porque el sufrimiento nos hace iguales, hasta llegar a Ítaca.

sábado, 5 de marzo de 2011

ÉTICA Y MUERTE DIGNA

Ética y Muerte Digna, el debate que no cesa.

A la espera de la presnetación del borrador sobre la Ley de Muerte Digna del Ministerio de Sanidad, el documente de la Escuela Andaluza de Salud Pública puede servir de guia en tan controvertido asunto.

Comentarios de taberna sobre lo bueno y lo mejor.

"Prefiero vivir con una buena duda que con un mal axioma".
Javier Krahe.

lunes, 21 de febrero de 2011

Coaching y salud

Un nueva actitud muy interesante: proponer sin imponer, preguntar sin juzgar, facilitar los cambios desde las fortalezas de los pacientes... todo esto y mucho más nos lo va contando la Dra Jaci Molins en un libro sencillo a la vez que riguroso, con la sana intención de ayudar a nuestros pacientes -y ¡como no! a nosotros mismos- a superar algunas zancadillas de la vida: la enfermedad y sus limitaciones, el dolor, la discapacidad, los cambios en nuestros tercos hábitos de conducta (algunos bastante poco saludables). 
La Dra Molins y sus técnicas de Coaching nos llevan de la mano a la vez que nos dan mucho margen para desarrollar nuestros puntos fuertes después de habernos hecho más conscientes de todo lo que ya sabemos de nosotros mismos. Nos ayuda a clarificar cuáles son nuestros objetivos, qué queremos cambiar, cómo podemos hacerlo y hasta dónde nos comprometemos en nuestro propio proceso de mejora (de salud, relacional y personal).
Unos cuantos ingredientes son necesarios: escuchar activamente (con todos los sentidos y con el corazón), desterrar los juicios apresurados (y los prejuicios), confiar en nuestros pacientes y sus propias capacidades y construir confianza. No es poco para los tiempos (frenéticos y apresurados) que corren en nuestras consultas. Aunque sinceramente creo que es nuestra obligación moral conseguirlo (¡al menos intentarlo!), pues "nos va la salud (propia y ajena) en ello".