miércoles, 17 de diciembre de 2014

Perlas de poesía: Piedad Bonnett y EL DOLOR

 

 

DOLORES

 

Dolores hay donde no cabe el llanto:
el llanto es blando para sus espinas.

Mi dolor es cerrado como un huevo,
un tambor, un olvido, una garganta
donde se asfixia aleteando el miedo.

Dolor embozalado.

Bajo continuo mientras canta el día
su alegría de estraza, su trabajo.

Yo pulso mi dolor cada mañana
cuando el día me rasga con su astilla.
Lo llamo por su nomre, le limo los colmillos
para que no devore a media tarde
la carne maternal que lo ha parido.

Dolor seco y amargo, mi dolor.
Raíz que de mi savia se alimenta.
Tormenta sofocada que convierte
mi corazón en frágil pararrayos,

y mi conciencia
en vigilia perpetua y acechante.

Dolores, ay, donde no cabe el llanto.

 

 

LAS CICATRICES 

 

No hay cicatriz, por brutal que parezca,
que no encierre belleza.
Una historia puntual se cuenta en ella,
algún dolor. Pero también su fin.
Las cicatrices, pues, son  las costuras
de la memoria,
un remate imperfecto que nos sana
dañándonos. La forma
que el tiempo encuentra
de que nunca olvidemos las heridas.

 

DOLOR FANTASMA

 

El miembro
que el bisturí ha arrancado limpiamente
palpita sin embargo de dolor
perseverante.
Y escuece,
y afiebrado se resiste
a no ser.
Prueba de que el vacío también duele.
De que no siempre alivia
amputar lo que daña.
De que lo muerto
puede heder y seguir siendo punzada .


No hay comentarios:

Publicar un comentario