¿Ves, Momo? Las cosas son así. A veces tienes ante ti una calle
larguísima. Te parece tan terriblemente larga que nunca crees que podrás
acabarla.
Y entonces te empiezas a dar prisa, cada vez más prisa. Cada vez que levantas la vista, ves que la calle no se hace más corta. Y te esfuerzas más todavia, empiezas a tener miedo, al final estás sin aliento. Y la calle sigue estando por delante. Así no se debe hacer.
Nunca se ha de pensar en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Solo hay
que pensar en el paso siguiente, en la inspiración siguiente, en la
siguiente barrida. Nunca nada más que en el siguiente.
Entonces es divertido: eso es importante, porque entonces se hace bien la tarea. Y así ha de ser.
De repente, se da uno cuenta de que, paso a paso, se ha barrido toda la
calle. Uno no se da cuenta de cómo ha sido, y no se está sin aliento.
Eso es importante (...)
Momo, Michel Ende
Una verdad como la vida misma. Útil también cuando una subida a pie por la montaña, o en bici por un puerto, comienza a hacerse dura dura: mejor dejar de mirar al frente, a ver cuánto queda, y empezar a mirar lo que tiene uno justo delante. Paso a paso, pedalada a pedalada.
ResponderEliminar...guay todo lo que se lee en este rincón...
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