Se quedó en silencio unos segundos.
—Bueno, en este momento —dijo—, no estoy muerta. Pero cuando lo estoy, es como... No sé, supongo que es como estar dentro de un libro que nadie está leyendo.
—¿Un libro? —dije.
—Un libro viejo. Está en el estante de una biblioteca, así que estás a salvo y todo eso, pero el libro no ha sido sacado durante mucho, mucho tiempo. Todo lo que puedes hacer es esperar. Sólo esperar que alguien lo saque y empiece a leer.
Linda me sonrió.
—De todos modos, no es tan malo —dijo—. Quiero decir, cuando estás muerto, sólo tienes que ser tú mismo
La vida de los muertos, del libro Las cosas que llevaban los hombres que lucharon,
de Tim O´Brien
Recuerdo cuando estaba leyendo, hace unos años, El señor de los anillos. No podía parar de leer porque no podía dejar a todos esos personajes (que eran mis amigos), no podía dejarles en peligro, tenía que seguir leyendo para que se salvaran. Y nunca más volver a leer el libro para que no tuvieran que pasar, de nuevo, semejantes penurias
¿Os imagináis que la vida fuera solo eso, un puñado de dioses leyendo distraidamente cada una de nuestras historias? Y morir cuando cerraran el libro, o se les cayera de las manos, u olvidaran por dónde andaban leyendo…