John Berger reflexiona sobre la recuperación de la mirada tras ser intervendio de cataratas. Ante su texto, Rafael Argullol hizo este comentario:
Conozco muchos hombres que han renunciado de modo expreso a mirar al
mundo pese a que, técnicamente, tienen un cristalino intacto. Están
cansados, o, son cobardes, o creen viajar en aquel convoy que está de
vuelta porque todo ha sido ya visto. Sus cataratas son morales, y ningún
cirujano puede enfrentarse a ellas. Pero quien quiere recuperar la
mayor alegría del ojo es aquel que siempre se considera un viajero en el
tren de ida y vuelta. Y este pasajero requiere una retina que esté
acorde con su avidez de sensaciones.
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